La parroquia Nuestro Señor San José de Paraguachí vivió este fin de semana un momento inolvidable, donde la fe se encarnó en los corazones más puros de la comunidad. En la iglesia del Santo Cristo de la Fuente, los niños del sector La Fuente recibieron con devoción el sacramento de la Primera Comunión, marcando un hito en su camino espiritual y en la vida litúrgica de la comunidad parroquial.
En un ambiente cargado de emoción, los pequeños fueron acogidos por familiares, fieles y catequistas, en una celebración presidida por el Pbro. Emmanuel González, párroco de la comunidad. La iglesia, engalanada con flores frescas y signos de esperanza, se convirtió en el escenario donde se celebró un verdadero encuentro entre el cielo y la tierra.
Los cantos, las oraciones y la solemnidad del rito se entrelazaron con la inocencia infantil, convirtiendo cada gesto en un testimonio vivo del amor de Dios. Las palabras de Cristo resonaron con fuerza entre los muros del templo: “Dejen que los niños vengan a mí”. Esta frase, encarnada en cada mirada llena de luz y fe, fue el hilo conductor de una ceremonia que traspasó lo litúrgico para convertirse en una experiencia comunitaria transformadora.
Luego de la celebración, la parroquia ofreció un compartir sencillo pero lleno de amor, como expresión de la fraternidad que une a esta familia parroquial. El gesto, lleno de gratitud y bendiciones, fue una manifestación concreta de que la mesa del Señor no termina en el altar, sino que se extiende en el encuentro, la alegría y el corazón abierto de cada uno de sus hijos.
Esta jornada no solo fortaleció los lazos comunitarios, sino que sembró esperanza en el camino sacramental de los niños, quienes ahora comienzan una nueva etapa en su vida de fe. La parroquia agradece a los catequistas, familiares y a todos los que hicieron posible esta celebración que honra la presencia viva de Cristo entre nosotros.
Que la gracia recibida hoy sea semilla de futuro y testimonio del amor que nos une como Iglesia.